4.24.2006

la fuerza del ¿destino?...

no soy alguien creyente del concepto de destino, más bien siempre he creído que cada quien va haciendo su camino. Hay quienes buscan caminar por veredas ya hechas y quienes buscamos hacer la nuestra en terrenos que igual y cansan más o son más agrestes, pero sigo pensando que cada historia de vida está hecha por el autor que la vive…
Sin embargo, a estas alturas del partido, me sorprende cada giro que ha tomado mi vida casi sin darme cuenta… casi siempre ha sido para bien o en mejora, aunque me cueste aceptarlo…
Por ejemplo, de niña quería ser educadora, veterinaria o escritora… el ser veterinaria no se me iba a dar por que si a mi se me moría un animal en una operación me iba a morir de tristeza con él… así que mejor seguí con la otra opción…
Después, al crecer un poco, es decir, al llegar a la adolescencia, en foque lo de ser escritora a un contexto más periodístico ah y comencé con la idea de estudiar cibernética… al acabar la secundaria, me sacaron de la madre urbe y me trajeron con la nana árida… y acá el rollo culturoso como que andaba muy Ander, comoquiera entre a mi primer concurso de cuentos, el cual obviamente no gane. Por otro lado, por no tener nada mejor que hacer los sábados entre al club de teatro de la prepa, pero el rollo se me daba más en estar en cabina que sobre el escenario. También, por azares del destino, me juntaba con pura gente de la facultad de fisicomatemáticas, así que el rollo de al cibernética ahí andaba como una espinita aún.
Total que de repente me clavé mucho con la idea de ser corresponsal de guerra, así que ingresé a comunicaciones con la especialidad de periodismo… traía un rollo de vivir y arriesgar la vida por que la gente viera lo estúpidas que son las guerras…
Así que comencé mi carrera, pese a que todo el mundo me decía que de periodista me iba a morir de hambre…
Después, por azares del destino y de la ociosidad (por no tener que hacer mientras esperaba que unos amigos acabaran un examen), comencé a ser locutora y productora de radio, y pese a que muchos me decían que le diera por ahí, estaba conciente de que nada más era una etapa, que el rollo de radio no era a lo que me quería dedicar, sobre todo viendo el formato de las estaciones de radio actuales (entiéndase, mucho grito, comentarios absurdos, información superficial y demás), luego el rollo de ser representante de un grupo (“nosotros los pobres) también fue mero cruce de caminos, coincidencias y demás, fue una época genial en la cual conocí a hermanos que aun comparten mi vida, pero aun así, tampoco era a lo que pensaba dedicarme, yo seguía clavada con el periodismo.
Un día, tras una conferencia de un periodista, que había cubierto la nota roja durante años, decidí que el ser corresponsal de guerra no se me iba a dar. Aquél hombre nos dijo que cuando cubres nota roja se te va enfriando la sangre gradualmente hasta que dejas de ver a la gente como tal y la vez como noticia…. Así que dije, no, yo veo que matan a alguien en una guerra y me muero o doy mi vida por salvarlo… y si no siento eso es que ya me morí por dentro… yo no estaba dispuesta a descencibilizarme, así que decidí no enfocarme al periodismo bélico.
Siempre había sido medio reaccionaria, grillera, polaca, luchadora social y cosas así, por lo que decidía que me dedicaría al periodismo político. y me fui enfocando a ello, al periodismo social y político.
Al llegar a la mitad de mi carrera me di cuenta de que estaba perdiendo la pasión por lo que hacia, así que deje todo y me impuse un autoexilio en Guanajuato, siendo que en mi vida me había parado por ese lugar.
Al regresar, opte por la especialización en periodismo, como confirmación de mi decisión previa. A la par, tomé un curso de fotografía comenzando a apasionarme el parpadeo del obturador.
Poco después de concluir ese curso, por casualidad fui a la escuela de teatro de filosofía y letras a pedir un plan de estudios. Todos los días tomaba mi camión frente a esa escuela, pero por x o y nunca me había decidido simplemente a ir a pedir informes.
En realidad me sorprendió y me atrajo dicho plan de estudios, más que por realmente pensar en dedicarme a la actuación, por que estaba cargado de materias realmente interesantes como escenografía, análisis literario, dirección, psicología, historia del teatro, laboratorio de actuación, etc…
Y lo que finalmente me hizo decidirme a entrar, fue un día que por casualidad un amigo me invitó a ver una obra en esa escuela: “rosencrand y gildenstein están muertos”. Y mientras veía esa puesta, me dije, aquí es donde tengo que estar.
El siguiente semestre ya estaba inscrita y pasó realmente poco tiempo antes de que estuviera totalmente involucrada en la actuación, incluso el periodismo fue pasando a un segundo plano en mi vida.
Mucho de lo que me mueve en la vida son las satisfacciones, y paso realmente poco tiempo antes de que la actuación comenzara a llenarme de estas. Al poco tiempo de ingresar a la escuela fui invitada a entrar a una de las mejores compañías escénicas de la ciudad, con la cual, a los pocos meses fui a mi primer gira. Por cierto, por aquella época estaba terminando mis últimos exámenes en la carrera, así que, moví cielo mar y tierra para que me adelantaran exámenes, pues era mi prioridad ir a dicha gira.
A lo largo de la gira, se grabó un documental “el banquete, una procesión” y se realizó por limites del golfo, es decir, Tamaulipas, Villahermosa, Tuxtla Gutiérrez y San Cristóbal de las casas. Cabe mencionar que al ingresar a esa compañía comencé a involucrarme con el movimiento zapatista, ya que de hecho el trasfondo de la obra que presentábamos, tenía mucho que ver con el zapatismo, con las injusticias sociales, la búsqueda de silenciar la verdad, etc… y la idea era culminar en Chiapas la gira para asistir al 1er aniversario luctuoso de la masacre de Acteal. Así que después de vivir esa experiencia, al venir de regreso, me calló el veinte de que lo que quería era dedicarme a la actuación con un fin social…
Y así se fueron dando las cosas, la actuación, a la cual ingresé por mera curiosidad, se volvió mi prioridad en la vida. Se volvió mi pasión y de hecho, mi carrera periodística la fui enfocando al periodismo cultural.
En realmente poco tiempo ya había actuado con los mejores directores y en algunos de los mejores proyectos y fue cuando actué en “alice &Lewis” como Alice, cuando por primera vez tomé una de las decisiones más trascendentes de mi vida, dejar todo y regresarme a la madre urbe para dar mi vida por la actuación.
Por esa época, recuerdo mucho una plática que tuve con Caín en la que le decía que me daba miedo, que todo en mi vida se me había ido dando fluidamente y en realidad con poca dificultad, pero que, ahora por primera vez me iba a enfrentar a una decisión tomada por mi y por al que estaba dispuesta a dar la vida.
Y así fue, a lo largo de 2 años en la madre urbe, di mi vida día a día por la actuación, no iba buscando la fama como muchos creen (acá se tiene la idea de que si alguien se va a la madre urbe es para volverse famoso) sino involucrarme en buenos proyectos con contenido social, cultural, con mensaje realmente; buscaba que ello me ayudara a crecer como persona, como actriz para llegar al punto de poder comenzar a hacer mi propios proyectos.
Fue una época realmente desgastánte, anímica, física y económicamente hablando, no puedo decir que fue una perdida de tiempo por que viví cosas geniales, me ayudó mucho como persona todo lo que viví en esos años, pero si admito que las mayores desilusiones que he tenido en mi vida las viví allá, la negación en dos ocasiones de becas por ejemplo, viví depresiones severas, físicamente tuve muchas broncas por tanto entrenamiento y tan poca alimentación, en fin, me curtió en todos los aspectos… claro también conocí a gente muy muy chida que hasta el momento se que cuento con ellos y que si no vuelvo a ver, les estaré eternamente agradecida, pero en lo relacionado con el por que había dejado todo acá y me había ido para allá, realmente no logré mucho… así que un día me dije, si para tal mes no estoy en un proyecto importante que me retenga aquí, me regreso a la nana desértica y dejo la actuación para siempre…
Pues bien, llegó dicho mes y no se dio nada… me regresé a esta ciudad con la autoestima hasta el suelo, con una depresión inmensa y con una incertidumbre paralizante…
A cada rato pasaba pro mi mente, si esto es lo que se hacer, si esto es para lo que tanto luche, si la actuación es para lo que estaba decidida a dar mi vida, ahora, no se que voy a hacer, no se a que me voy a dedicar, no se que más puedo hacer. Es como cuando de repente tienes tu vida planeada y todo se viene abajo y te das cuenta de que te has engañado, que te han engañado y que para lo que creías que habías venido a esta tierra no es para lo que tu creías… (por cierto que por esa época comencé este blog).
Por compromiso con mi madre fui a dejar una solicitud a una institución educativa a la que mucho le he echado por burguesa. Y en la opción donde especificabas a que es a lo que te gustaría dedicarte ahí yo puse “difusión cultural”. Y por otro lado, yo seguí buscando por mil y un lados más. Me enfoque sobre todo a eso, de la difusión cultural, fui a museos, casas de cultura, CONACULTA, en fin, yo seguía creyendo que para lo único que era buena era para la cuestión cultural, pero parecía que para todos ellos no era así y parecía que nadie estaba dispuesto a darme una oportunidad para demostrarles que tan buena podía ser.
De repente un día me hablan por teléfono gracias a la solicitud que lleve por puro compromiso… fui a tal entrevista, la cual fue muy curiosa, por que en realidad ellos buscaban difusión de cultura ecológica, pero fue muy curioso que la coordinadora general me dijera que lo que le llamaba la atención de mi currículo era lo variado que era, es decir, lo que para todo el mundo parecía darles la impresión de falta de madures, o lo que para la mayoría era falta de especialización, a ellos les resultaba útil, y curiosamente me seleccionaron por eso, por mi currículo, aunque no tenía nada que ver lo que había hecho con lo que haría ahí, pero ellos estaban dispuestos a darme una oportunidad. Claro, la inconveniente era que era solo para cubrir una incapacidad…
Para no hacer más largo esto, más de lo que ya lo he hecho, la chava a la que le iba a cubrir la incapacidad, no regresó y llevo ahí ya más de dos años y medio.
Admito que al principio me causó shock el horario, el hecho de que universidad era y demás, pero poco a poco me he ido apasionando y me he ido dando cuenta de que es lo mío…
Nunca había visualizado las cuestiones ambientales como una fuente laboral, y pese a que siempre había tenido cierta sensibilidad al respecto, nunca realmente pensé que me llegara a apasionar tanto todo lo relacionado al medio ambiente y más aun lo que se refiere al desarrollo sostenible, por que ese ideal, tiene mucho que ver también con mis ideales sociales…
Siempre he estado conciente de que quiero dedicarme más que a los bienes, al bien, a dedicarme a algo que ayude a la humanidad a vivir en equilibrio, más justamente, más armónicamente… y el haber llegado aquí me ha hecho darme cuenta de que esta es la manera en que quiero hacerlo…
No, no he podido dejar de hacer más cosas, es decir, siempre por mucho que me apasione algo, no puede ser mi todo, sigo haciendo teatro, es mi vicio, lo necesito aun y no me interesa que salga de mi vida, y siempre habrá algo más que forme parte de mi vida (fotografía, literatura, música, lo que sea…).
Ahora, poco a poco me mueve el tapete otra idea, no soy una persona que esté mucho en un solo lugar, ni geográficamente ni laboralmente, no, no pienso dejar mi trabajo, me encanta, pero, quiero crecer más, quiero estudiar una maestría, quiero irme a Madrid, y a lo lejos, pero está ahí, me gustaría experimentar en otros grupos ambientalistas… no se si dejar nuevamente que las cosas se den por si solas, no se si romper nuevamente todo y aventarme a mover cielo mar y tierra por conseguir una beca, por conseguir la manera de irme allá, por conseguir otro trabajo similar allá, no se…. Incertidumbre… por que bien me puedo que dar aquí por siempre, pero a veces siento que necesito crecer, aprender más al respecto, no se, crecer… no estancarme…
No se como llegue hasta aquí, pero me gusta, no entiendo lo que es el destino y sigo vanagloriándome de que mi vida la he decidido yo… pero no puedo negar que ha habido causalidades curiosas que no se de donde surgen que me han ayudado a tener un buen camino, por muy agreste, virgen, duro o bizarro que parezca…
Faltan pocos días, no lo puedo negar, me hago pato y le saco la vuelta pro que si me mueve el tapete el próximo cumplimiento de otra vuelta más al sol…