**(si la opción es saltarse la verborrea, favor de saltarse hasta la encuesta del final)
el título no es publicidad para ningún libro, ya que para empezar nunca lo he leído y hasta donde sé es malísimo, pero conforme a la letra (por que he decidido omitir la Y intencionalmente) y el tema... creo que es lo más ad doc (o es ha dok?)... y que mejor que culminar el abecedario con el más reciente de mis desvaríos y eternos cuestionamientos...
(nota: el borrador de esto comenzó en mi bitácora en bond en mi casa)
Perece un eterno deja vu, de fondo schubert Op100 del sound track de "The Hunger"... y yo de madrugada, fumando y bebiendo sola en mi cuarto y no sólo eso, sino con el eterno pensamiento de ¿para qué?
Hace unos días alguien me dijo que su padre había llegado alcoholizado a su casa la noche anterior y me hizo recordar a mi madre en el mismo estado... qué diferencia hay con el verme a mi o a alguno de mis amigos o a alguien de mi edad en el mismo estado? Quién nos da derecho a juzgarlos o de pensar "que mal pedo"?... Cada quien sus fugas, por eso hace años dejé de discutir con mi madre al respecto, tiene derecho... y lo admito no puedo dejar de sentir cierta incomodidad al respecto, pero la respeto y estoy consciente de que tiene derecho... probablemente esa incomodidad se debe (al igual que lo que sentimos todos al ver a nuestros padres en ese estado) a que generalmente pensamos que ellos ya no tienen pedos, que sus vidas de cierta forma ya están resueltas...
Y caigo en lo mismo... siguen siendo seres humanos, más allá del rol que desempeñen dentro de nuestros hogares... y al pensar en eso caigo en el mismo circulo vicioso de siempre... la misma recurrencia que parece que no tiene salida. ¿Acaso la sensación de frustración, insatisfacción, tristeza, desesperanza, desilusión,, etc, etc, etc...que nos orilla a buscar fugas, nunca terminan, hasta que cerramos los ojos y emitimos nuestro último exhalo de vida para irnos a no sé dónde?
No sé si estoy dispuesta... hace poco hablaba con un amigo sobre que él tiene lo que la mayoría quiere: fama, fortuna, vivir de hacer lo que siempre quiso hacer, está bien con su familia, no tiene conflictos con nadie ni con nada... y sin embargo, al mirarlo a los ojos, al platicar con él, me pude dar cuenta de que, aún con todo eso, estaba muy solo y de repente le entraba una depre de esas que incluso impiden que uno quiera levantarse de la cama...
Y así, hablando con amigos cada historia...uno está separándose de su esposa y por ella había dejado de hacer lo que quería hacer, por mantener esa relación; otro amigo tiene una relación de años con su pareja y tiene, tiro por viaje, muchos problemas con ella, sobre todo por la diferencia de intereses, claro está también que él tiene el mismo afán de inconformidad y tendencia a complicar las cosas que tengo yo... y se siente preso de una realidad y de un entorno que a veces no lo dejan ni respirar; también está el caso de mi hermana pertenece a los casos de madres solteras en las que el padre sigue haciendo lo que quiere con su vida y la mujer tiene que sacrificar todo y chingarse a diario por sacar adelante a unos seres que nacieron por la cooperación de dos y no de uno... tengo otro amigo que ya lleva dos divorcios, y está pensando en casarse por tercera vez, tiene un buen trabajo y todo el rollo, pero tampoco tiene su vida resuelta ni está cercanamente a resolverla o a ser feliz... en fin, generalmente es lo mismo problemas sentimentales, soledad, frustración o no son o no hacen lo que quisieran ser o hacer o la vida que tienen no les despierta el menor estímulo, todo se vuelve un repetitivo y desmotivante circulo absorbente, desensibilizante y gris... y la mayoría no hemos llegado a los 30 años...
Estoy comenzando a creer que realmente estamos en esta dimensión, vida o mundo para que la felicidad no se nos dé, o quizá solo se nos dé en dosis muy esporádicas que no son equitativas a la cantidad consecutiva de momentos sin luz...
Algunos pensamos, sobre todo a mi edad y antes, que es temporal, que al llegar a cierta edad conseguimos cierta estabilidad económica, corporal, anímica, sentimental, psicológica, social, laboral y demás (por ello obligamos a nuestros padres a que nos brinden esperanzas, que cumplan nuestras expectativas, que por lo menos aparenten que son felices... como un seguro de que es posible serlo) pero generalmente es una falsa idea, es una idealización estúpida del futuro, una creación de ídolos de barro...
Esa sensación de hüeva, de asfixia, de tedio, de monotonía, de desilusión y demás, es una constante en el ser humano. En el mejor de los casos nos volvemos insensibles (disfrazándonos de fuertes y maduros) lo cual equivale a que lo negativo no nos afecte... pero también nos cegamos a los momentos brillantes.
Hay gente (incluidos varios filósofos) que dicen que todo eso nos hace más fuertes, que eso no son más que retos que nos pone la vida para que los superemos, que todo eso nos ayuda a ser más templados, mejores seres humanos, y algunas religiones dicen que tener una mala vida es una garantía de que tendremos una vida (después de la muerte) más placentera o que avanzaremos un peldaño más en la evolución de la iluminación en la próxima vida...
Pero... más fuertes para que? Más templados para qué? Retos para qué? Para llegar a dónde? Qué sigue después sino las mismas sensaciones...
No conozco a nadie a mi alrededor que pueda decirme realmente, desde el fondo de su corazón, cerebro, alma cuerpo, espíritu o lo que sea, que la mayoría de su vida ha sido placentera, feliz, satisfactoria o gratificante...
Hay quienes dicen que la perfección, la eterna felicidad (si no eterna por lo menos más constante) o demás idealizaciones, se presentan como una imagen monótona y sin chiste... quién lo puede asegurar si nadie la ha obtenido?
Toda esa verborrea de cuestionamientos y pensamientos que no son más que lugares comunes en la mayoría de los seres humanos va dirigida a un fin...
No sé si estoy dispuesta, no sé si eso es lo que quiero, no se si ahora tenga el valor, la fuerza, la necedad o lo que se necesite para aceptar cincuenta años o más (o quizá menos) de mi vida con esas sensaciones, sentimientos y cuestiones en mi cabeza, para que al final de todo resulte que sólo llegué a ese punto cargada de experiencias, sentimientos, pensamientos, momentos, gente y todo lo que implica una vida mortal, y que en realidad no obtuve o soy nada de lo que hubiera querido ser, obtener o llegar...
No sé si estoy dispuesta a seguir con una rutina de trabajo que realizo para satisfacer mis necesidades económicas, no sé si estoy dispuesta a soportar cada vez dolores insoportables en el busto y en el vientre (ni la ansiedad por la irregularidad, ni los cambios anímicos que ello conlleva), a continuar cayendo en sentimientos patéticos, complicaciones constantes, sueños y deseos incumplidos, y demás estados que de un tiempo para acá se han vuelto cada vez más frecuentes (o acaso ha sido toda la vida?) a continuar el vaivén emocional que se vuelven una voluble crónica, a seguir en conflicto por la insatisfacción de mis necesidades físicas (que hasta he aprendido a reprimir), mentales, anímicas, vitales económicas, espirituales, sociales, artísticas, creativas y demás elementos que implican el seguir viviendo...
Tengo motores, tengo motivos, si hay cosas que me mueven, pero son tan inestables e inciertas que estoy aprendiendo a prescindir de ellas...
Quisiera algo que me convenciera de que vale la pena seguir, que pese a todo, es más chido seguir vivo que aventurarse a ver que hay después del último latido del corazón...
**ENCUESTA: (Preguntas que he hecho a algunas personas y a mi misma): para qué seguir trabajando? Para qué seguir comiendo? Para qué seguir durmiendo? Para qué seguir leyendo? Para qué seguir viendo películas? Para qué seguir bebiendo? Para qué seguir oyendo música? Para qué ser inteligente? Para qué seguir sintiendo? Para qué seguir haciendo ejercicio? Para qué seguir tratando de verme bien? Para qué seguir preocupándome por los demás? Para qué seguir siendo perfeccionista? Para qué seguir tratando de hacer algo por el mundo? Para qué seguir inventándome magia? Para qué seguir creyendo en mi mundo interior? Para qué seguir involucrándome con la gente? Para qué seguir buscando actuar? Para qué seguir conociendo gente? Para qué seguir tratando de ser especial? Para qué seguir?
Sí alguien pasa por casualidad o causalidad por esta blog, la reto a contestarse y contestarme estas cuestiones... quizá alguna de sus respuestas propias me sirvan o si no, me haría sentir que en efecto estoy mal de mi cabeza pero que finalmente si hay esperanzas...
P.D: Ya tengo el Medulla de Björk y no está tan mal como me lo pintaban, de hecho se me hizo bueno (pero no el mejor)
P.D2: Feliz puente me urge salirme...
NADA