1.23.2006
lo que se va quedando 2...
("el dia que Nietzche lloro" Irving D. Yalom)
Desde hace años no puedo leer los pensamientos de otros pensadores. Así, separado de los demás, lucubro mis propios pensamientos. Desde el punto de vista intelectual debo alimentarme de mí mismo. Tal vez sea bueno. Quizá por eso he llegado a ser un filósofo sincero, escribo sólo a partir de mi propia experiencia. Escribo con sangre y la mejor verdad es la verdad bañada en sangre.
Cualquier cuestión que planteara a su paciente, por ínfima que fuera, ocacionama un chorro de ideas.
¿Sugiere usted que existen reinos mentales independientes, compartimentados?.
¿Cuánta verdad puedo tolerar?
Soy un atento observador de mi propio estado, mental y físico.
Existe una diferencia importante entre nosotros. Yo no finjo hacer filosofía por usted, mientras que usted finge que su motivación es serme útil, aliviar mi dolor. Eso no tiene nada que ver con la motivación humana. Es parte de una mentalidad de esclavo hábilmente ideada por la propaganda de los sacerdotes. ¡Penetre más en sus motivos. Encontrará que nunca se ha hecho nada enteramente por los demás. Todas las acciones van orientadas hacia uno mismo, todo servicio sirve a uno mismo, todo amor es por uno mismo. Quizá esté pensando en las personas que ama. Profundice más y se dará cuenta de que no las ama: lo que ama es la agradable sensación que produce ese amor en usted. Usted ama el deseo, no a quien desea.
Parte de su enfermedad es no querer aceptar ayuda. Es casi paranoico: sospecha lo peor de todo el mundo.
Todos nos cansamos de la mismo comida… por cada mujer hermosa existe siempre hay un pobre hombre cansado de jodérsela…
La desesperación es el precio que uno paga cuadno toma conciencia de las cosas. Si dirige una mirada profunda a la vida, siempre encontrará la desesperación.
Nada le molestaba tanto como estar en deuda con una persona sin la posibilidad de satisfacerla.
El problema de las cúspides radica en que conducen hacia abajo. Desde la cúspide puedo ver el resto de mis años ante mí. Y el paisaje no me complace. Sólo veo envejecimiento, disminución, me veo como un padre, luego como abuelo.
¿Cómo podía reconocer que había apostado su vida entera para acabar descubriendo que la recompensa final no era de su agrado? No, eso era algo que debía guardarse para sí mismo. Hay cosas que no deben decirse a los jóvenes.
Estoy convencido de que el desahogo tiene un efecto terapéutico. Fijate en los católicos. Hace siglos que los sacerdotes ofrecen alivio mediente la confesión.
Estos pensamientos son extraños porque parecen invadirme desde fuera. Yo no quiero tenerlos pero cuando los ahuyento y se van, es solo por un momento, pues en seguida, de manera insidiosa, vuelven a infiltrarse en mi mente.
No es posible, en realidad que otros le ayuden a uno: uno tiene que encontrar la fuerza necesaria para ayudarse a sí mismo, quizá usted, al igual que anna O., tenga que descubrir la causa original de cada uno de sus problemas psicológicos.
Yo creo que mi estado se aproxima, cualitativamente hablando al angst, al sufrimiento humano normal. Cuantitativamente por supuesto, está magnificado de manera considerable. Y debo añadir algo más: mis síntomas no son agudos, sino que se han ido que se han ido desarrollando poco a poco, año tras año. No puedo identificar un comienzo preciso de ninguno de esos problemas.
Cuando un amigo necesita un lugar donde descansar, lo mejor es ofrecerle un catre duro.
Mantengo escondido mi verdadero yo debido al gran número de facetas despreciablesque hay en él. Luego me disgusto más aún conmigo mismo por sentirme separado de la gente. Si logro alguna vez romper ese círculo vicioso, debo poder revelar mi verdadero yo ante los demás.
He conocido a muchos que no se gustan a sí mismos y tratan de rectificar persuadiendo primero a los dem´sa de que piensen bien de ellos. Su deber es aceptarse a usted mismo, no encontrar una forma de ganar mi sanción.
El fin último es ser independiente de las opiniones de los demás, pero el camino que conduce a ese fin consiste en saber que me mantengo dentro de la esfera de la decencia. Necesito revelar todo acerca de mi a otra persona y saber que yo, también, soy simplemente humano, demaciado humano.
¿no deberíamos crear (no deberíamos llegar a ser) antes de reproducirnos? Nuestra responsabilidad con respecto a la vida es crear lo superior, no reproducir lo inferior.
Es más facil, mucho más facil, obedecer a otros que gobernarse a sí mismo.
Entonces usted oculta su voluntad ante usted mismo. Ahora debe aprender a enfrentarse a su vida y tener el coraje de decir: así lo elegí.
Si opta por ser de los pocos que disfrutan del placer del desarrollo y del júbilo de la libertad sin dios, debe prepararse para el mayor de los sufrimientos.
Hasta la 227…
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