1.11.2009

el reencuentro... (parte I)

Es curioso que este doloroso proceso de reestructuración poro por poro de adentro hacia afuera, me haya llevado a un causal reencuentro con la persona más importante de mi pasado, o en si de mi vida…
Con este reencuentro, descubro como si fuera una luz cenital, cuanto debo y puedo aprehender de este ser, redescubro tinta a tinta a un ser que aparentemente ajeno, pero que a cada latido reconozco como aún habita en mi...
Me sorprende cuan admirable y fascinante es para mi ahora, después del tiempo y que poco me daba cuenta de ello en aquella época... podría decir incluso que le ha devuelto el fluir al aliento entrecortado y contenido de los últimos reptares de arena...
Nunca le quites la esperanza a un hada, por que es como cortarle las alas de tajo…
Y hablando de reencuentros con años de diferencia en percepciones...
Real de 14
I-II-98 (1:30am)

Por fin un destino, mi cerebro no puede esperar más. Huyo, no se de qué, pero como de costumbre me estoy asfixiando, los lazos se desgastan, me aferro y eso es impermitible.
“Como de costumbre” malditas 3 palabras, espero encontrar más símbolos, fetiches o quizá sólo un breve exilio.
Debo agradecer a Oscar el empuje, su compañía y protección, el reencuentro y la fuga. Nuevamente juntos, nuevamente a ti, gracias.
He dejado esperando a carreteras, el destino, Real de 14, no es la espera, sino la expectativa lo que me desgasta. No se a que voy… Carpe Noctem
Llegada 2:30am
La infanta ha callado a la senil, juego y me dejo sorprender, exploro y me arriesgo.
El pueblo fantasma… mi eterna panacea. Aquí se burla al tiempo. Concentrado en brevedades eternas, ida y vuelta de recuerdos y deseos. Ocho bloques de arena, quizá voy y vengo, envejezco y rejuvenezco. Pienso y no olvido, escribo.
Allá nos burla el tiempo, longevo, insuficiente, ausente. Pasividad sedentaria, espesa, estridor incesante, y al final, todo sigue igual, el tiempo nos burla y los surcos en la epidermis nos gritan “¿puedo llegar? Debo llegar”.
2-II-98
Llegada al cerro del quemado póstuma a una exhaustiva caminata
El cerro está nevado, hielo como por exigencia del cuerpo, hielo que me quema las manos.
Los cerros se desgajan en púrpuras.
Mi piel se cuarta de gélidas, y mis manos huelen a naranja.
La piel del cerro grita, se siente su vida demasiado concentrada y si te recuestas es comí si aquella inmensa conciencia te traspasase.
Mi garganta desnuda los gritos asfixiados hasta vaciar mis pulmones. Mi rostro se llena de sal líquida.
Por un momento salgo de mi y soy sólo energía que se mezcla con el viento, la tierra y la nieve… quedarme flotando en este lugar y desde hoy permanecer sin ser vista, sin volver a otro lugar, sin ninguna corporalidad.
Regreso… no desperdicio aliento al aire…
Minimemas…
El sol calcina algo que he olvidado.
El adobe caído cuenta historias que vuelven polvo mi senectud, la infanta las escucha, juega y ríe para esconderse de la nada. Grita, suspira, hay brillo en sus ojos. Los lindes de cosas viejas y nacidas se mutan en un juego frenético… pausa… las cenizas flotan en el viento que susurra cálidamente en mis oídos, robando un suspiro, una sonrisa.
Nieve, sal en el rostro, un grito se entrelaza con el respiro del viento, formando un melódico suspiro humano-natural, flotando entre espinas, ramos, laja de colores y magueyes.
Me entierro en la planicie circular. Ya no soy, los que han habitado aquí penetraron por mis poros hasta desglosarme. No hay epidermis ni cuerpo, floto, me amalgamo con la tierra, con el aire, con la laja, con a nieve.
Me vuelvo éter brillante, mi carga se aligera, mientras, me muto en todo, no vuelvo nunca, ya no vuelvo nunca.
Pienso que no se pensar, que hace tiempo que la piel de mis recuerdos no encontraba reposo en la nada. Hace tiempo que los gritos estridentes y lacerantes de los rostros olvidados no callaban.
El viento exprime mis pensamientos murados en cálida sal en mi rostro, sobre el contorno de mis labios dibujados con la sutileza de una sonrisa.
3-II-98
Después de la precipitación en la mina donde él aferró mi morral a una imposible piedra… gracias otra vez.
Pueblo fantasma, despedida.
Aquí estoy, sentada en los bordes de lo que fuera una mina. Desglosando el casi silencio total. El viento no es tan estridente ni gélido como o fue, casi puedo percibir el silencio total, sólo invadido por momentos con el vuelo de un ave, el movimiento de los árboles, el roce del viento contra todo, el encender un cerillo, como se consume y truena el tabaco, el paso de una página a otra, las caricias de un bolígrafo a una hoja… y mi respiración.
El viento me susurra su cálida despedida.
Seguiré esperando que se desmorone el día.
Te palpo laja a laja por tus lindes agudos y tu nostalgia expectante.
Te acaricio borde a borde seduciendo el tiempo que guardas celoso.
Y te pido que me rasgues la epidermis, te reusas hasta que el placer subleva tu razón de años y guardas sobre mis poros tu recuerdo.
Qué más da una porción de líquido púrpura por la paz que has enterrado en mi piel.
Te comprendo, te has caído de dolor, seco, triste, lamentando haber sido voluptuoso fruto tras la flor y nadie te ha probado.
Te fermentas en ti sin que nada más que los gusanos te penetren. Te secas lejos de aquel seno materno entre insectos, ya sin nada, seco fruto, solo la cáscara encorvada y calcinada por el sol.
Ciega ardiendo tu piel añeja, tapa el agua gélida del invierno en ti, como el rostro que no ha terminado tu calidez.
Atardecer luminoso, abigarrado y magnánimo, no podría describirlo con mis visiones y sentimientos de recién nacida.
Medio cielo estrellado y oscuro, un azul marino que se despinta hasta los últimos rayos del sol que incineran con violeta, amarillo y rojo fuego, los lindes incendiados y atiborrados de calidez.
El frío me abraza, una pausa, después, el estridente y gélido viento. Nieve, neva ligeramente, fragmentos fríos de las estrellas se precipitan lentamente sobre todo, sobre mi. Se paraliza la imagen sobre mis pupilas hacia un rincón de mi alma.
Me despido con el mismo aliento que recitó a Sabines y Chumacero.
Adiós, es tiempo de volver.
Junto con todo el sudor que he emanado, se filtran todas esas neblinas. Tengo una energía tan pura en mi, algo ocurrió en el quemado que aun no asimilo, pero se que habita en mi.
Continuará…

2 comentarios:

Charlymorse dijo...

No entendí, pero si es para bien, qué bueno. =)

Arroz dijo...

no consumas drogas, por eso pones estas cosas, ay porque no pintas un bosque y...