2.16.2006

porque soy mujer o ¿porqué soy mujer?


Hace poco leí en una revista periódico una queja sobre un artículo que habían sacado en el mismo, el articulo era creo que sobre como hacer un programa de revista para la tv, y la queja iba enfocada a que en dicho artículo hablaban de una manera denigrante, prejuiciosa e insultante de las mujeres menopausicas como una especie de enfermedad de decadencia física en intelectual, de hecho decían “Todo tip o consejo barato que pueda ayudar a aligerar la carga de verse cada día más viejas y arrugadas a las menopáusicas y jodidas señoras que no se pueden costear una cirugía plástica ni un spa”… estuve completamente de acuerdo con la queja y aunque valoré la disculpa de dicho periódico, no dejé de considerarla insuficiente…
Sobre lo mismo (parece que mis semanas últimamente se presentan como tópicos) en estos días un amigo me estaba comentando algo sobre una compañera de escuela que en una clase de actuación sacó todo su trauma sobre su físico, que a sus 23 años ha sido ya varias veces operado estéticamente y creo que en la ultima operación tuvo complicaciones…
Para variar mi cabeza le dio vuelo y para variar, o para no variar, puede concretar miles de ideas al respecto que se encontraban disgregadas en mi marasmo mental…
Es difícil ser un ser humano en general, no lo niego, es complicado y laborioso (aunque hay gente a la que eso de ser ser humano le pasa de noche), pero ser mujer es aun más complicado socialmente.
No se como haya sido antes, solo se mi referencia al tiempo actual y a mi país, que es la referencia más real que puedo tener.
Socialmente a una mujer se le exige la perfección aunque esta no exista en ningún lado.
La mujer tiene que ser inteligente (pero no más que el hombre generalmente por que ahí comienzan los conflictos de inseguridad masculina), cariñosa y amable(aunque sea el peor día de su vida, por que si no te tachan de histérica), independiente (pero que deje un margen para depender del hombre en algún aspecto, como para demostrar quien manda), ser discreta y educada (y educable), tener una sonrisa discreta y de bajo volumen, tener un buen empleo (pero no mejor remunerado que el de el hombre), que su casa esté impecable todo el tiempo, lo cual quiere decir, ropa limpia, doblada, acomodada y planchada; siempre los trastes limpios, secos, sin mancha alguna y guardados en sus respectivas gavetas; ser buena cocinera y siempre tener comida preparada hogareñamente, todo tiene que estar barrido, trapeado, sacudido y con un delicioso aroma, de pe a pa impecable, ordenado, reluciente y demás (sea casada, soltera, viva sola o acompañada), tienes que ser mental, física y emocionalmente sana; tiene que ser complicadamente complaciente y fácilmente complacible (acabo de inventar una palabra creo) en la cama; ser estable en todos los aspectos; tiene que ser hermosa hasta los 100 años y las 24 horas de los 365 días de cada año, y aun después de dar a luz hasta 20 hijos, ello implica, estar arreglada (por que si no eres una fodonga, dejada y demás), cabello perfecto (tinte, color, salud y brillo del mismo), cutis hermoso (terso, suave, limpio, sin imperfecciones ni arrugas ni nada de nada), rostro arreglado (de la manera que sea requerida, ya sea con buen maquillaje o en casos extremos, cirugías plásticas); cuerpo fantástico, huy complicación, por que tiene que ser delgado, con delantera y trasero suficientes, firmes de buen color y tamaño y sin nada de celulitis, estrías, manchas o vello (ni rastro de que en el haya existido el mismo) y al igual que el cutis sin imperfección alguna (cueste lo que te cueste); oler bien, no tener vicio alguno, ser detallista, creativa, ser comprensiva, comprensible, responsable, tener bonita letra y buena ortografía; si tienes hijos la cosa se complica por que encima de todo, tienes que ser buena madre, y pase lo que pase con el susodicho co-creador de aquel hijo, la mujer tiene prohibidísimo desatender al chamaco o peor aun decidir no tenerlo, aunque ello implique sacrificar sueños, vida, mente, corazón y demás, cosa que pocos hombres hacen… atender hijos, marido, casa, familia, trabajo… etc, etc, etc… y siempre hay algo en lo que fallas y ello da lugar a que cualquiera te critique y abres la opción de ser fácilmente sustituible en cualquier aspecto o área de la vida.
Por que los prejuicios sobre la mujer son innumerables, que si la mujer menopausica, que si está en sus días, que si la histeria, que si el orgasmo inmaduro, que si la fodonga, que si la desobligada, que hay como molestamos con que nos oigan, que hay como nos complicamos por nimiedades, que hay como rogamos que nos quieran, que si nuestras tonterías sin importancias, que si está gordita, que si ya se dejó, que si huy no trabaja, que si deja a los niños encargados es una madre desobligada, que si mantenida, que si las carnes caídas, que hay esta sensible y es débil por que es mujer y tiene cambios hormonales, que si gggkkk la regla, que si cuarentona, que si su relación personal con una pareja tiene que ser formal si no es una cualquiera (y si no se casa es una solterona), que si se acuesta con muchos es una golfa, y que si no se acuesta con nadie es una frígida, que si te gritan en la calle cualquier guarrada… y una larga cadena de etcéteras que me marea más de lo que ya lo hizo todo lo que he escrito…
No se que tan complicado sea ser hombre realmente… pero pocas veces he oído algo sobre la andropausia, o que si los cambios hormonales del hombre, o que a un hombre le digan fodongo, golfo o frígido… eso solo por dar algunos ejemplos.
Sobre esto ya se que miles de mujeres han escrito (y no ha servido de nada, por cierto), pero digamos que al asumir y decidir quedarme en este mundo, también tengo que asumir la responsabilidad de ser un ser humano y ser una mujer…y creo que apenas me está cayendo el veinte de ello, quizá por que no estaba conciente de que quedarme toda la vida aquí (el tiempo que ello implique) y no retirarme al llegar mi tercer década, tenía que asumir el que la gente me ve como un ser humano femenino cualquiera… y pues tengo que pasar por lo mismo que cualquier mujer… y me caga… simple y sencillamente me caga, no el ser mujer, pero si la sociedad (que incluye a veces también a mujeres, aunque realmente no se que es la sociedad, pero eso va para otro post)…

¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ME CAGA, ME DESGASTA, ME DESESPERA, ME ENCABRONA, ME MOLESTA, ME MATA, ME DUELE, ME DEBILITA, ME ENFERMA, ME ENLOQUESE, ME ENREDA, ME DA MIEDO!!!!!!!!!!!!

… uf…

2.07.2006

La sicología y yo…



Mi experiencia con los sicólogos ha sido realmente un caos. Cuando era niña, mi madre me llegó a llevar 2 o 3 veces… y realmente no se si sea igual con todos, pero a mi realmente me subestimaron… el típico “dibuja una niña y su historia” no funcionó por que en realidad dibuje una niña de lo más común y le inventé una historia de lo más común… en realidad no se que es lo que esperaban de mi, ¿que dibujara una niña fea y con una historia de lo más turbia, fuese o no verdad?
Las preguntas y pláticas con mis sicólogos eran de lo más absurdas, nunca llegaron a ganarse mi confianza y en mi presencia le decían a mi madre que no tenía ningún conflicto… incluso ya en secundaria llegaron a llevarme a una terapia de grupo semanal que era realmente de lo más patética… creo que sobre todo ahí fue cuando sentí de que me subestimaban… quizá no era que me creyera superior a los demás de la sesión de grupo, sino que en realidad yo no tenía nada que hacer ahí, no tenía absolutamente nada que ver con la gente que asistía a esas sesiones… Recuerdo que llegó un momento en que en lugar de ir a las sesiones prefería irme a otros lados…
Posteriormente mis sesiones con sicólogos se tornaban en meras luchas de egos… quizá no he tenido suerte al respecto…
Quizá una de las justificaciones al respecto es que no soporto que alguien se siente ante mí sin conocerme y usando la terapia como pretexto para juzgarme, trate de hacerme sentir como que estoy mal y que el (o ella) es superior y tiene el poder de mostrarme el camino para “estar bien” (cualquier cosa que ello signifique).
Si lo admito, es pedo de ego…
El año pasado estuve realmente muy tentada a ir con uno… pero quizá hubiera sido contra producente, ya que ello me hubiera deprimido más, ya que en el fondo lo sentiría como un ataque a mi autoestima, la cual en ese preciso momento estaba en muy mal estado (“lo que necesitamos en ese tipo de momentos no es simpatía, sino recuperar nuestro poder y anteponerlo a nuestras propias emociones”, totalmente ad hoc para aquel momento).
A raíz del último libro que leí (“el día que Nietzche lloró”) y la experiencia de dos conocidos que están en terapia, analicé la función que podría tener en mi vida un buen sicólogo…
No creo cargar con el cúmulo de traumas infantiles que se supone que varios sucesos traumáticos pueden provocar… digamos que ese tipo de cosas ya las superé, encontré el origen de algunos patrones de conducta, y dejé de cargarlos… no justifico a la gente que dice “ah es que soy así por que mis padres no me abrazaron mucho cuando era chico”, y siguen actuando de la misma manera pero ahora ya con justificación… eso se me hace de lo más absurdo, responsabilizar a otro por nuestro comportamiento y aun así seguir cargando con ello, es muy cómodo, pero implica una nula evolución de la persona, una gran cobardía y una inmensa incapacidad por responsabilizarse de uno mismo… así que después de chutarme algunos textos freudianos, frommiandos, nietzchianos y uno que otro oriental, me dejé de ese tipo de cosas… ahora si que me desmenucé, creo que hasta consideré vidas pasadas (fuese o no verdad la existencia de las mismas) me fui hasta el fondo y encontré raíces y demás para romper con ese tipo de círculos y dejar de cargar cosas que no me dejarían avanzar…
Y después de pensar sobre dicha función de un sicólogo en mi vida, considero que sería sobre todo el permitirle ser un guía de mis pensamientos, usando quizá la vieja técnica del deshollinamiento (creo que acabo de inventar una palabra jajaj).
Lo que necesito es dejar que fluya todo lo que pasa por mi cabeza, que salga, lo que me afecta negativamente y hace que repentinamente tenga reacciones caóticas es la fermentación de mis pensamientos.
Ha pasado que tengo un caos en la cabeza y de repente hablo y lo saco (así de caótico y estridente como está) y después de ello puedo respirar hondo y sentirme un tanto liberada… lo malo es que a veces esos momentos actúan como una olla de presión que estalla.
Por eso pienso que igual y no necesariamente tiene que ser un especialista, por que requeriría de un previo trabajo de confianza que podría durar mucho tiempo. A veces incluso el simple hecho de escribir lo que pasa por mi cabeza ayuda mucho… de hecho estoy retomando el siempre cargar con libreta y pluma, para que esta sea una manera de impedir que se fermenten los pensamientos y que se vayan acomodando sin enredarse confusamente.
Y quizá así logre un buen equilibrio entre mi mundo interior y el exterior… un fluir constante de dentro hacia fuera y viceversa…
Quizá por eso últimamente he vuelto a escribir más seguido en mi blog, porque le estoy encontrando un fin terapéutico jajaj así sale mas barato jajaja.
Algunas de las notas de la semana:
“Si, guardo un cúmulo de ira (¿quién no?), que esporádicamente emerge, por lo general lo hace en forma de ataque, de críticas, insultos y demás, hacia mi misma, pocas veces hacia el entorno o hacia los demás. Muy probablemente sea por que no soporto la idea de que algo ajeno a mi tenga la capacidad de provocarme ira y por lo tanto busco ser yo la raíz de esa ira”.
“Parece que es época de reencuentros. Me he reencontrado con el fluir de la pluma. Olvidaba lo necesario que era deshollinar en tinta el cúmulo de ideas y pensamientos que encerrados en mi mente pueden agobiarme, pero que volcados, vaciados, adquieren otro sentido, dejan que entren más sin que se fermenten junto con los que van quedando atrapados”.

2.01.2006

el momento del SI acepto...



Otro que cae. Si, lo sé, es un proceso, parte de la vida: la gente nace, crece, se casa, se reproduce (el orden de los factores no altera el producto) y muere… ¿y que si no es así? ¿Se produce un caos en las reglas humanas? ¿Te salen tres ojos? ¿Se te cae la cara?...
Desde que tengo memoria he tenido ese mmm don (jajaja por decirlo de alguna manera) para ver quienes se van a casar. Como le dije a un amigo después de que me dijo que se iba a casar:
-ya te habías tardado
-¿porqué lo dices?
- porque desde que te conozco sabía que tu eras de los que se casaban.

Aun recuerdo (mm creo que desde la prepa empezó esa pregunta) cuando me preguntaban:
- ¿piensas casarte?
- no
- eso dicen todos/ más pronto cae un hablador que un cojo/ vas a ser la primera en casarte.

Todos con los que tuve alguna vez esta conversación ya están casados.
Parece ser el tema llegando a cierta edad.
Hace poco me reencontré con unos compañeros de la carrera, uno de ellos ya casado y con un hijo, la otra no se había casado y por el momento no tiene planes y por la plática parece que somos las únicas de la generación que seguimos solteras.
Pero ella me decía:
- ¿tu en serio no te quieres casar?
- si, en serio no me quiero casar.
- yo si me quiero casar solo que no he encontrado con quien, está bien estar soltera un rato pero no quiero terminar sola.

Ahí comenzaron a saltar mis primeras diferencias.
Creo que toda mi vida había estado decidida a terminar sola (como una decisión personal no como resignación por ser arrastrada a ello por la vida), que se esperaba, vengo de una familia disfuncional, de una mujer que hizo su vida sola, sin una pareja, mi hermana siguió el patrón, en si creo que estoy más rodeadas de mujeres que han hecho su vida sin una pareja o que por x o y están solas. Digamos que por lo tanto ese es mi referencia de una vida normal, además de tener conflictos con los para siempre y un gran escepticismo hacia “hasta que la muerte nos separe”, me reconozco como un ser difícil, complejo, egoísta, difícil en la cotidianeidad, con muchas manías, mi independencia y mi búsqueda de libertad han hecho que terminen la mayoría de mis relaciones.
Digamos que el hacer mi vida sola es algo para lo que siempre he estado preparada, así que por ese lado no coincido con que ello sea malo, como lo planteaba mi excompañera.
Por otro lado, de un tiempo para acá siento que estoy con el mejor hombre que he conocido en mi vida, por decirlo de alguna manera el hombre de mi vida, por ello gradualmente comencé a visualizar otra opción, la opción de compartir gran parte de mi vida con alguien, quizá incluso la opción de no hacer mi vida sola. A raíz de ello comencé a cuestionarme muchas cosas al respecto, como el porqué podría pasar, pros, contras, miedos y demás, pero ese es otro tema.
Sin embargo mi postura ante el matrimonio sigue siendo exactamente la misma, no creo en el, no creo que el realizar un proceso burocrático tenga algo que ver con lo que dos personas sienten, y ni que decir de el rollo de la boda religiosa. Son procesos que no acepto, porque, como dije anteriormente, nada tiene que ver con lo que pasa en una relación entre dos personas.
“Quería formalizar la relación” fue lo que dijo mi primo cuando se le preguntó que por que había decidido casarse (nota: llevaba ya dos años viviendo con su chava).
¿Formalizar ante quien? ¿Ante la sociedad? ¿Ante la iglesia? ¿Ante la familia? ¿No había decidido formalizar ya desde el momento en que decidió vivir con ella?
Por que para mi la formalización y compromiso que hay en una pareja no tiene nada que ver ni con la familia de cada quien, ni con la sociedad ni con la iglesia.
Un amigo hace poco me contó que gracias a su psicólogo le calló el veinte de que su pareja era la mujer que necesitaba en su vida y pese a que apenas estaba visualizando la idea de vivir con ella, decidió proponerle matrimonio.
Respetable, a decir verdad me alegró, a parte de por el cariño que siento por él y lo percibo feliz, es uno de los que se que se iban a casar tarde o temprano.
De pronto otra cuestión surgió en mi cabeza.
Él mismo me contó como le había pedido matrimonio a su chava, y, sinceramente, en esa ocasión, así como cuando mi primo contó lo mismo, admito que me emocionó y a la vez me movió el tapete.
¿Acaso solo cuando decides pasar por un proceso burocrático como lo que es una boda se puede vivir un momento tan emotivo como ese?
Si en determinado momento yo quisiera comprometerme con alguien para pasar mucho tiempo de mi vida o quizá el resto de la misma, quisiera que no fuera simplemente como algo que va pasando gradualmente hasta que te das cuenta de que ya estas viviendo con alguien. Quisiera vivir ese momento de mutuo compromiso y aceptación, ese preciso momento en el que el otro te pide compartir tu vida con el y no que se de por sentado que tu quieres vivir con alguien por que es o va a ser el siguiente paso en la relación.
Así como en un principio alguien te pide que seas su novi@ y es dar un paso, es decidir, es emoción, en un tipo de compromiso (o lo debería de ser) y demás cosas que convergen en ese preciso momento, lo mismo debería de pasar cuando alguien te pregunta si quieres vivir con el(la).
Si en efecto, quisiera vivir ese momento tan fuerte en todos los sentidos que es que alguien te pida que compartas su cotidianidad, sus noches, sus despertares y en si su vida con el(la), momento que se pierde cuando el hecho es irte a vivir con alguien sin casarte.
No se por que la gente ve el irte a vivir con alguien como una decisión ligera ante lo que es el casarte.
Para mi tienen la misma validez, importancia, complejidad y compromiso, más siendo como soy, ahora si que he rechazado muchas propuestas de esas por lo mismo, pero que para mi el aceptar vivir con alguien es la cúspide de mutuo deseo de hacer lo mejor posible para estar con alguien… el resto es mera parafernalia social…
Felicito a los que deciden casarse, solo si el compromiso, la formalidad, validez e importancia de pareja estaba desde antes en esta y no hasta que se hace ante un juez o un sacerdote. En cualquier otro caso, no tiene para mi más valor que un matrimonio arreglado a la vieja usanza de los matrimonios medievales...

finalmente, a quien le importa lo que opine…