5.27.2004

L de limbo...(parte I)

quien diga que no vive en el limbo que publique la receta para poder engañarse tan convincente a uno mismo... quizá aplica lo de "decir muchas veces una mentira hasta que se convierta en verdad"... yo si vivo en el limbo y nunca lo he negado, ni mínimamente, soy un limbo en si... cambiante (por tratamientos médicos o por naturaleza aun no lo concreto bien), perdida (en una cálida expectativa cotidiana que ya es casi imperceptible), visceral y dominante (y a la vez pasiva y tolerante), con los pies en el aire (pero sin dejar de ver el piso), antirrutinaria (pero me mata no poder hacer lo que acostumbro)... en fin, un cúmulo de contradicciones lógicas... lugares comunes si, pero a la vez son mis propios lugares, ¿quien soy últimamente? alguien cuyo despertados suena las 6:30 a.m, pero no se levanta, hasta que 5 minutos después suena la alarma del movil (jaja celular) y se estira hasta que se le nuble la vista, se levanta aún con los ojos cerrados y toma un baño de 10 mins. Mínimo, con agua según el clima (últimamente tibia casi fría), la mayor parte de los cuales son invertidos en el cabello, (el orden: shampoo, exfoliante facial, tallar circularmente el cuerpo de las piernas a los brazos y de regreso, acondicionador); sale de la regadera y tiene que envolverse en la toalla por 5 mins. hecha bola sobre el inodoro para terminar de despertar, desmodorrarse y templar su cuerpo; se seca, se pone crema, se viste: ropa interior, pantalón (generalmente), blusa (acepto que últimamente no se ni como vestirme), se envuelve el cabello con la toalla como turbante pero hacia abajo, sale descalza y va al cuarto; enciende la tv (las noticias matutinas en el 12), desodorante con olor a CK one (no antitranspirante), calcetas, zapatos (botas o tenis generalmente), va a la cocina a tirar el extraño licuado que se le haya ocurrido a su madre ese día, rito del maquillaje: polvo, sombras, pestañas, rubor, labial (quitando el exceso con un tissue), reloj en muñeca derecha (es un accesorio nuevo, al que aun no me acostumbro), ir al baño por el cepillo de dientes eléctrico (novedad otorgada por mi hermana que se está bañando en ese momento), shine y sedal en el cabello, vuelve al cuarto a peinarse (que por cierto de un tiempo acá no he encontrado una forma convincente de hacerlo), pastillas matutinas (ya sea por el exceso de prolactina, la irregularidad o la fibrosis), brillo en los labios, recoge su bolsa o mochila, checa que estén el móvil, sus llaves, su cartera (sacar la cantidad matutina), pastillas del día, va al cuarto de su madre y le da el cotidiano beso de despedida, checa el resultado general por última vez en el espejo, va al baño a despedirse de su hermana, sale de la casa... camina hacia el super 7, se sirve un capuchino mediano y agarra 2 barras de special K (latte y manzana de preferencia) paga $19 y si no tiene, compra cigarros (camel lights) y chicles (max air frescura polar), espera el autobús (el cual a más tardar llega a las 7:26 a.m.), se sube paga $5.20, busca siempre los últimos asientos y del lado de alguna de las ventanas y da los primeros tragos a su café; en este lapso, entre el abordar el autobús y llegar a la base de la ruta es cuando comienza a trabajar su cerebro con ideas con vínculos incoherentes basados en lo que ve por las ventanas (gente, carros, aves, miradas, colores...), el estado anímico en el que se encuentra, lo que haya pasado o pensado el día anterior, lo que observa de la gente que va dentro del autobús (últimamente ha habido un insecto tratando de salir por su ventana), observa-piensa...llega a la base de la ruta, se cambia de camión buscando nuevamente los mismos asientos ( que por cierto me molesta mucho cuando alguien ya los ha ocupado), se acomoda y ahora si, saca el libro en turno que acompañará los sorbos de café y su viaje de 1 hra. hacia el trabajo, que contará con momentos intercalados en los que pensará sobre lo que lee, sobre lo que le provoca lo que lee, sobre algún detalle de lo que lee que le recuerda algo de sí misma o de su vida, o simplemente por momentos cierra los ojos, los descansa un poco, huele, oye, piensa en él, habla mentalmente con Oscar, siente sus respuestas, lo siente, siente, se siente... (por cierto otra cosa que me mata es el no tener un libro que leer, no es por seudointelectualismo, sino por una maldita obsesión por hacerlo, como manía) una novedad en este transcursos (algunos días) ha sido un señor muy ameno que diario viaja en el mismo autobús, que un día le sacó plática nada más por que habían sido compañeros de viaje un día anterior...finalmente se baja una parada antes de lo que debería , va al bote de basura de la tienda de conveniencia (jajaja o sea del oxxo) para tirar el vaso de su café, enciende un cigarrillo ( por más que he tratado de saltarme esta mala costumbre no puedo, y realmente no quiero, quedaría como incompleta la mañana) y camina hacia el edificio de cristales azules unos pasos antes de llegar, tira el cigarrillo y se mete un max air a la boca; da los buenos días al guardia de la entrada (que finalmente me ha dejado de pedir el memo o la credencial), atraviesa el estacionamiento mientras se pone un poco de perfume en las manos, en la cara y en el cuello (CK one por el momento aunque preferiría el 212 cold o algo así) para disimular el olor a nicotina y tabaco carbonizados, da los buenos días al guardia del edificio (el cual aun, de vez en cuando, me sigue pidiendo el memo), espera el elevador y lo aborda ( me encanta ir sola en el elevador para poder viborearme totalmente, costumbre que debería evitar por que a veces eso puede o hacerme seguir el día muy insegura o incomoda conmigo misma o muy segura, que la mayoría de las veces es lo primero, aun no me acostumbro a aceptarme y menos ante espejos de cuerpo completo, no se si soy demasiado perfeccionista e intolerante o realmente no tengo el aspecto que me gustaría ); finalmente llega al piso 8, da los buenos días a Karla, deja su bolso, enciende la lampara de su cubículo, saca su portátil de su lugar, la conecta, la enciende y mientras se carga va al baño..., regresa accesa al Windows, entra al messenger, abre el outlook que contiene todas sus cuentas de hotmail, checa los correos nuevos (generalmente es lo primero que hago porque hay mails que pueden alegrarme el momento, robarme una sonrisa o sorprenderme, es como aventar una moneda al aire), contesta mails, vacía sus cuentas de correo masivo, saluda a quien esté en línea (que por lo general a esas horas no hay nadie más que Karla), busca un cd para comenzar el día (pude ser fobia, la Venegas, belanova, algun mezclado, el de radioactivo o glin glo, nada más para comenzar el día), checa su agenda para ver que pendientes hay para el día, hace las llamadas requeridas a profesores con los que traiga algún asunto pendiente, concluye los detallitos de lo que hizo el día anterior, y si no hay tales, checa su blog (solo realmente cuando quiere escribir algo) o navega en la red, hasta que llegue su jefa y tenga que comenzar a fingir que esta trabajando en algo (esto es sobre todo últimamente que el semestre terminó y casi no hay nada que hacer, porque la verdad generalmente no tengo que fingir que trabajo porque si tengo cosas que hacer) y entre 10 y 10:30 abre las barras de special k y se las come...
(en este momento son las 11:31 a.m, escucho NIN con aphix twin, visto una falda larga a café a cuadros, unas botas negras altas, una blusa sin mangas negra, una chamarra por el frío del aire acondicionado, el libro que me ha acompañado es el de "diario de Paloma Guerra" de Margarita Riviere y platico con Camilo “una familia muy normal” por el messenger) CONTINUARÁ...

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