3.26.2008

En la noche de los vientos...


Reencuentro de emociones, la memoria corporal se enciende en cuanto un clic o un aroma la llaman.
Y el proceso es el mismo… el inicio del viaje en espiral, pero aunque es el mismo, nunca es igual.
Los pasos siempre son pasos, pero el suelo es lo que cambia, el elemento interno fluye en diferentes sentidos, al punto de ver mi aura como nunca, pero sabiendo que este torbellino puede ser posible.
Los minutos se van volviendo espesos y repetitivos… espero la 2ª vez que pase el pensamiento por mi mente que se cicla… y viene, la mano camina a su propio ritmo, a veces no se si esta conectada a mi cerebro…
Siento la levedad, mi cuerpo implora levedad… comienza a jugarme la vieja treta de la posibilidad. Porque así lo recuerdo, la posibilidad del vuelo a cada suspiro, me aleja más del suelo y necesito respirar hondo para mantenerme en este nivel.
Los recuerdos… busco el aterrizaje pero con los músculos tensos por el vuelo…
Necesito conectar mi mano con la mente o me empiezo a alejar… recuerdos, pienso que la perspectiva cambia. Esa es la búsqueda pendiente… recuerdos, ver desde otra perspectiva… pero la idea, el sentimiento inicial era otro… el verme a mi, el re conocerme, el no olvidarlo aunque los espasmos sean mas efímeros y distantes… alto…
La música ausente… tengo que recordar que la causalidad de este reencuentro empezó con la tierra queriendo ir al cielo en caireles ventosos, como un reclamo por la permanente herida que no cesa de doler.
Sensaciones… siento que he perdido el toque mágico de las metáforas, mi mente ha cambiado su lenguaje, su ritmo, su claridad y su sabor…
Regresan las otras caras de mi misma, que parecen haber estado buscando el clic verde ahumado desde hace mucho tiempo.
Con el rabillo del ojo veo mi auto caricaturización, como hace mucho que no… aparezcan las imágenes…
Los cánones siempre son los mismos, aunque cambie el resto, son la base… veo a lo lejos el graffiti de mi mano en una danza de estela negra…
Quiero verme a mi misma, la que realmente soy, la que siento que soy, que se pelea con el reflejo de en mi iris (la pluma brinca en desacuerdo).
Esta es una nueva guarida de vuelos.
Esa eterna manía de perpetuar los momentos en imágenes impresas o en tinta
¿Te gusta lo que ves cuando me ves? Por que es la instantánea de mi imagen la que representa tu mirada en el momento. Y no sabría si en realidad veo a través de tus ojos o sigue siendo mi reflejo personal.
Y quiero verme a través de tus ojos.
Mis alas se vuelven cadenas de una fantasía incumplida.
El sueño siempre es una posibilidad.
Buscar simbologías da un respiro a la mente y un aliento de poder al alma.
Después del éxtasis, vuelven las imágenes y la envidia a la sombra de antaño vuelve, como buscando encontrarle un color de reflejo de plata.
Regreso sin saber si paso o solo fue una película de dibujos creada en mi cerebro… otra vez caricaturas.
Y el regreso de los sabores viene con una estela de historias tras de si.
La paciencia, la templanza, se tuvo que voltear la tierra hacia el cielo para recordar cual era la meta, el deseo del mayor don. La templanza era la virtud anhelada.
Vuelvo a entrar en mí, una y otra vez después de caminar sus propios senderos tras la selección de cada opción… Borges y su jardín de senderos que se bifurcan, el eterno retorno… viejas frases que se desempolvan un poco trasjiversadas.
Regreso a esa imagen, la imagen de la imagen que recuerdo de mí, de mí… uniendo fragmentos de cinta pasada, rompiendo mis propios tabúes, aunado a la antigua escritura automática que nunca sé de que mente viene.
Miedo a cumplir los sueños, solo escribo lo que siempre pienso y pocas veces pasa a tinta.
Auto sicoanalizarme siempre es una opción.
Explorar mi éxtasis siempre es una opción.
Fragmentar sonidos siempre es una opción.
El regreso del éxtasis siempre debe de aterrizarnos.
El cumplimiento de un sueño es una posibilidad, pero retorna la sensación de abrir los ojos por dentro y por fuera.
Las alas se vuelven cadenas de una fantasía no cumplida, suspiros después de otra imagen, la de infancia ocupa la segunda fantasía.
El ritual del vacío de la cera se repite como indicio de un espiral más.
Poco a poco el tiempo va recobrando su fluidez y la memoria adquiere linealidad.
Me gusta la sensación de control que me hace creer el hada verde.
La textura de mi cabello le agrada a mi tacto, la imagen de mi tacto me halaga
Mis personajes vuelven a la caja de los recuerdos.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Añorada y simpre buscada , pero nunca encontrada , Hada .

Sé que en lo que piensas , crees ,
sé que en lo que crees , sabes ,
sé que en lo que sabes , sientes ,
y sé que en lo que sientes , eres .

Pero , para mal de muchos , en los que por desgracia me hallo definido ,
ni es posible pensar sin creerlo ,
ni es posible creer sin saberlo ,
ni es posible saber sin sentirlo ,
ni es posible sentir sin serlo .

Y aunque no deje de ser lo que pienso , quiero q sepas que hoy , has hecho que un poquito de mi ,
sienta , lo que no soy ,
sepa , lo que no siento ,
crea , lo que no sé
y piense , lo que no creo

nonself dijo...

uste echeleee!

faltaba más.

nonself dijo...

felicidades!

nonself dijo...

pos no que aca que ya ibas a subir y que no se que y no se cuanto y no se como.... bueno si se, jajaja

adioooooooooooos